Muchas veces en nuestras vidas nos hemos sentido como si hubiéramos caído en un hoyo y en uno muy profundo; pero este hoyo no necesariamente se debe de interpretar de forma literal. Este hoyo puede estar en lo más profundo de nuestro ser que no sólo se puede originar porque estamos inmersos en problemas o porque tenemos una vida desordenada o porque hemos cedido ante las tentaciones; podemos sentirnos atrapados a pesar de que llevamos una buena vida porque sentimos que no tenemos la felicidad suficiente, sentimos que algo nos falta y ese algo es fundamental para seguir viviendo. Es un hoyo, un vacío que va creciendo cada vez más porque no encontramos como salir. Nosotros como ser humanos estamos en la búsqueda para llenar ese vacío, ese espacio libre que varias veces es asfixiante porque no sabemos que poner en él. Por eso, vamos por el mundo, vamos por la vida buscando, averiguando la respuesta que no haga libres; esa libertad que es tan ansiada, nos podemos sentir tan atrapados con nuestras vidas, que muchas veces nos llevan a soluciones tan desastrosas porque ya no encontramos la suficiente fuerza para seguir viviendo.
Buscamos la solución es todos lados, la buscamos en todas partes; podemos refugiarnos en diversas religiones que no siempre brindan el suficiente consuelo que necesitamos. Por ejemplo, el budismo nos enseña a aceptar los problemas porque para buda todo es dolor y debemos aprender a vivir con ello ¿¡qué injusto suena eso no!? Pues sí es muy injusto, como este hombre en el video que en su vida pasaron muchos hombres y le dieron infinidad de consejos, pero no lograba salir, es decir, ninguno de ellos le sirvió para poder ser libre. A veces escuchamos a las personas decir “la vida es injusta”, “así es la vida”. Pero por qué, déjenme decirles que la vida no debe ser sinónimo de tristeza o de injusticia, nuestra vida puede ser tan feliz como la queramos, es que muchas veces nos refugiamos en los lugares equivocados.
Son varias las personas, mejor dicho somos todos los que buscamos sentirnos amados, cuidados, sentirnos protegidos; queremos que alguien se preocupe por nosotros en todo momento, en todo lugar y en toda circunstancia. Por eso, creemos que lo encontraremos buscando a nuestra pareja y vamos por el camino buscar a personas que nos llenen, buscamos a personas que nos amen porque sentimos ese vacío, ese algo que no nos deja en paz. Pero les tengo que dar una terrible noticia, a pesar de que encontremos a la pareja perfecta, ese vació no desaparece. Porque no hay ser humano que sea capaz de hacernos sentirnos tan amados, que nos cuide las 24 horas del día, que este pendiente de nosotros, que sepa cuando estamos tristes o alegres sin la necesidad de decírselo, que llore con nosotros en los momentos más difíciles ¡no hay hombre, ser humano en esta tierra que nos dé un abrazo cuando más necesitemos y que será cuando menos lo merecemos! Pero hubo un sólo hombre, sólo hay un ser, sólo hay alguien que puede cubrir eso, sólo hay un camino que nos lleva a la felicidad: Jesús.
No hay persona en el mundo que nos pueda llenar de tanta felicidad como lo hace Dios; sólo ÉL nos conoce sin que ni siquiera hayamos dicho una palabra. Él nos promete vida eterna y en abundancia, Él nos sirve como luz en nuestros caminos, Él es el agua que hace que nos sentimos como ríos de agua viva, sólo en ÉL podemos encontrar la felicidad, nadie más nos amó de tal manera que entregó su vida por nosotros, la entregó a pesar de que nos no conocía, la entregó no sólo por los que creían en él, sino también por los que creerían en él. Es increíble que alguien nos amé de esa manera sin siquiera conocernos. Sólo él pudo de ser capaz de ese sacrificio. Él se metió al hoyo sin importarle si se ensucia, si queda herido, si muere, sólo le importó que estemos a salvo; gracias a Jesús podemos encontrar salvación en nuestras vidas. ÉL es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (Juan 1:29) porque pone su vida para luego tomarla; nadie se la puede quitar porque él la da voluntariamente, sólo él tiene poder para ponerla y recuperarla (Juan 10:18-19). Si entregamos la vida a Cristo en él encontraremos refugio, amor y consuelo; todo lo que necesitemos lo encontraremos en él. Sólo con ÉL podemos decir ¡soy libre!, sólo en Él podemos encontrar la paz que siempre buscamos. Porque ÉL se metió al hoyo y nos sacó.
Andrea V.
martes, 29 de junio de 2010
El hombre que cayó en un hoyo
Solo Pido de Fuego Líquido
Luego de más de cinco años, la banda Fuego Líquido con nuevas voces, nuevos integrantes pero sobre todo una nueva visión: Tocar el corazón de aquellos que escuchan su música.
"Es nuestro anhelo que cada persona que escuche este disco pueda sentirse parte de cada letra y pueda tener un momento de reflexion con Dios y no solo eso si no que pueda sentirse abrazado por el".
"Es nuestro anhelo que cada persona que escuche este disco pueda sentirse parte de cada letra y pueda tener un momento de reflexion con Dios y no solo eso si no que pueda sentirse abrazado por el".
Es asunto de escoger
Al inicio de mi clase de las 8:00 a.m. un lunes en la Universidad de Nevada en Las Vegas (UNLV), alegremente le pregunté a mis estudiantes cómo habían pasado su fin de semana. Un joven me dijo que su fin de semana no había sido muy bueno. Le habían extraído su muela del juicio. El joven procedió a preguntarme por qué siempre parecía tan feliz. Su pregunta me recordó algo que había leído en algún lado antes: "Cada mañana que nos levantamos, podemos escoger cómo queremos enfrentar la vida ese día". Le dije al joven: "Escojo estarlo".
"Déjeme darle un ejemplo", continué. Los otros sesenta estudiantes en la clase dejaron su tertulia y comenzaron a escuchar nuestra conversación."Además de enseñar aquí en la UNLV, también lo hago en la universidad comunitaria en Henderson, a unas diecisiete millas de donde vivo, por la autopista. Un día, hace algunas semanas, conduje esas diecisiete millas hasta Henderson. Salí de la autopista y me dirigí hacia la calle de la universidad.
Sólo tenía que conducir otro cuarto de milla por esa calle para llegar a la Universidad. Pero justo entonces, se me paró el auto. Intenté darle ignición de nuevo, pero el motor no arrancó. Así que puse mis luces tintineantes, tomé mis libros y me encaminé hacia la universidad". "Tan pronto como llegué, llamé a la Asociación de Automovilistas de los EUA (AAA) y les pedí que me enviase una grúa. La secretaria en la oficina del director me preguntó qué había pasado. Este es mi día de suerte", contesté sonreído. "Su auto se descompone y ¿hoy es su día de suerte?" Ella estaba sorprendida. "¿Qué quiere decir?" "Yo vivo a diecisiete millas de aquí", le contesté. "Mi auto pudo haberse descompuesto en cualquier lugar de la autopista. No lo hizo. En vez de eso, se descompuso en el lugar perfecto: a la salida de la autopista, a una distancia que yo pudiera caminar hasta aquí.
Todavía puedo dictar mi clase, y he podido hacer los arreglos para que la grúa me encuentre después de clases. Si mi auto debía dañarse hoy, no pudo haber pasado de mejor manera". Los ojos de la secretaria se abrieron por completo y luego sonrió. Le sonreí de vuelta y me dirigí hacia el salón. Así terminó mi historia a los estudiantes de mi clase de Economía en UNLV. Observé los sesenta rostros en el salón. A pesar de lo temprano de la hora, nadie se había dormido. De alguna manera, mi historia los había tocado. O tal vez no fue la historia en absoluto. De hecho, todo había comenzado con el comentario del estudiante de que me veía alegre.
Un sabio dijo una vez: "Quienes somos habla más alto que cualquier cosa que podamos decir". Supongo que así debe ser.
Lee Ryan Miller
HOY ELIJO SONREÍR A LA VIDA
viernes, 18 de junio de 2010
Las Respuestas de Dios
La semana pasada en mi clase de discipulado, todos recibimos la noticia de que un hermano nuestro dejaba la clase, pero no sólo dejaba la clase sino también dejaba de creer en Cristo, según se dio cuenta de que todo era un engaño porque él le estaba pidiendo algo a Dios y no se lo dio; es curioso que cuando no recibimos algo actuamos de esta manera. Justo ese sábado estábamos hablando sobre la oración y las respuestas que podemos recibir de Dios; entonces Fabricio, un chico de la clase, comentó acerca de las tres respuestas que podemos recibir de nuestro Padre; un “si”, un “todavía no” y “tengo algo mejor para ti”. Esta última parte me sorprendió, yo siempre creí que Dios también tenía un “no” para nosotros. Yo creo que no sólo a mí sino también a todos los de la clase nos cambió la manera de ver cómo Dios actúa en nuestras vidas.
De las tres respuestas la que más me llamó la atención fue “tengo algo mejor para ti”. Hay muchas veces en que nos encaprichamos con algo y creemos que eso va hacer lo mejor para nosotros; y como Dios nos ama tanto, nos tiene que dar lo que queremos. ¿Pero realmente eso es así? Casi siempre creemos en las cosas del mundo y creemos que ellas nos pueden hacer feliz. Según Santiago (4:3), pedimos mal porque pedimos de acuerdo a los deleites del mundo. Debemos recordar que nuestros parámetros de cómo vemos el mundo y cómo actuamos con él es muy diferente al parámetro divino, pues amar al mundo y las cosas del mundo es lo mismo que amar las cosas que Dios aborrece (1 Jn. 2:15).
Él como nuestro Padre siempre quiere lo mejor para nosotros, Él nunca nos dará algo cuando sabe que hay algo mejor para nosotros. Dios nos dice “clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” (Jeremías 33:3). Aquí nuestro Padre no nos promete pequeñas cosas sino grandes cosas, no nos promete cosas que conocemos, como lo es el mundo, sino nos promete cosas ocultas que son las cosas de Dios; Él nos promete algo mejor, no nos dice no porque Dios está lleno de misericordia. Si hay algo que queremos y se lo hemos pedido a Dios, pero no se ha dado es porque de seguro nuestro Padre nos está preparando algo mucho mejor para nosotros, y que absolutamente asombrará nuestra vida.
“Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero” (1 Jn. 4:19).
“Nosotros le amamos a Él, porque Él nos amó primero” (1 Jn. 4:19).
Andrea V.
.miércoles, 16 de junio de 2010
Lo Nuevo...
martes, 15 de junio de 2010
¿Cómo es un amigo?
"Un amigo es siempre afectuoso y en tiempo de angustia es como un hermano"
(Proverbios 17:17)
"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos"
(Jn 15:13)
(Proverbios 17:17)
"Nadie tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos"
(Jn 15:13)
Sandy y Ericka : gracias por su amistad
Sabías que...
En la Biblia se hace referencia a la redondez de la Tierra! Está en Eclesiastés 1:6, que dice: "El viento tira hacia el sur, y rodea al norte; va girando de continuo, y a sus giros vuelve el viento de nuevo". Hasta el siglo XV era un dogma cientifico aceptarlo,es decir está afirmación iba más allá de los dominios de la ciencia.
¿En quién confías? La historia de Camila
..."pues los hijos de este mundo son más astutos con los de su clase qeu los hijos de la luz." (Lc. 16:8)
No nos tenemos que confiar de cualquier espíritu, antes tenemos que fijarnos bien si los espíritus son de Dios. (1 Jn, 4:1)
Sabías que...
En la Biblia también hacen referencias a los tatuajes!en Levitico 19:28 dice: "Y no haréis rasguños en vuestro cuerpo por un muerto, ni imprimiréis en vosotros señal alguna. Yo Jehová"
La parábola del Hijo Pródigo
Un hombre tenía dos. El menor de ellos le dijo a su padre: "Papá, dame lo que me toca de la herencia." Así que el padre repartió sus bienes entre los dos. Poco después el hijo menor juntó todo lo que tenía y se fue a un país lejano; allí vivió desenfrenadamente y derrochó su herencia. Cuando ya lo había gastado todo, sobrevino una gran escasez en la región, y él comenzó a pasar necesidad.Así que fue y consiguió empleo con un ciudadano de aquel país, quien lo mandó a sus campos a cuidar cerdos. Tanta hambre tenía que hubiera querido llenarse el estómago con la comida que daban a los cerdos, pero aun así nadie le daba nada. Por fin recapacitó y se dijo: "¡Cuántos jornaleros de mi padre tienen comida de sobra, y yo aquí me muero de hambre!Tengo que volver a mi padre y decirle: Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo; trátame como si fuera uno de tus jornaleros." Así que emprendió el viaje y se fue a su padre. Todavía estaba lejos cuando su padre lo vio y se compadeció de él; salió corriendo a su encuentro, lo abrazó y lo besó. El joven le dijo: "Papá, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no merezco que se me llame tu hijo" Pero el padre ordenó a sus siervos: "¡Pronto! Traigan la mejor ropa para vestirlo. Pónganle también un anillo en el dedo y sandalias en los pies. Traigan el ternero más gordo y mátenlo para celebrar un banquete. Porque este hijo mío estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado." Así que empezaron a hacer fiesta. Mientras tanto, el hijo mayor estaba en el campo. Al volver, cuando se acercó a la casa, oyó la música del baile. Entonces llamó a uno de los siervos y le preguntó qué pasaba. "Ha llegado tu hermano le respondió, y tu papá ha matado el ternero más gordo porque ha recobrado a su hijo sano y salvo." Indignado, el hermano mayor se negó a entrar. Así que su padre salió a suplicarle que lo hiciera. Pero él le contestó: "¡Fíjate cuántos años te he servido sin desobedecer jamás tus órdenes, y ni un cabrito me has dado para celebrar una fiesta con mis amigos! ¡Pero ahora llega ese hijo tuyo, que ha despilfarrado tu fortuna con prostitutas, y tú mandas matar en su honor el ternero más gordo! Hijo mío le dijo su padre, "tú siempre estás conmigo, y todo lo que tengo es tuyo. Pero teníamos que hacer fiesta y alegrarnos, porque este hermano tuyo estaba muerto, pero ahora ha vuelto a la vida; se había perdido, pero ya lo hemos encontrado."
La gran pregunta es qué hay detrás de esta parábola, qué mensaje nos quiere dar Jesús; pues aquí vemos tres enseñanzas muy importantes.La primera es que así como el padre del hijo perdido, Dios sigue esperando que todos sus hijos vuelvan a Él, nos espera con los brazos abiertos. La segunda, siempre los hijos perdidos tendrán la necesidad de volver al Padre, de estar bajo su protección, esta necesidad es generada cuando se cometen pecados. La tercera es para mí muy importante porque nos enseña como nosotros los cristianos nos debemos comportar cuando un hermano que estaba lejos ha regresado. Debemos sentir la misma alegría que siente Dios, no seamos piedra en su camino. Jesús nos dejo dos mandamientos importantes: Amarás a Dios sobre todas las cosas y Amarás a tu hermano como a ti mismo. Apoyemos al hermano que está a nuestro lado que más adelante será gran ayuda también para nosotros. Dios nos conoce, Él sabe las cosas que pudimos hacer y no la hicimos. Seamos verdaderos hermanos en Cristo o sino qué nos separa de los fariseos que de igual forma creían en Dios.
Andrea V.
Cuando la gente nos quiera dejar: dejémosla ir
No hay que intentar convencer a los demás de quedarse con nosotros, amándonos, llamándonos, cuidándonos, viniendo a vernos, permaneciendo atados a nosotros. Es tiempo de que colguemos el teléfono. Cuando la gente nos quiere dejar, dejémosla ir. Nuestro destino nunca está atado a alguien que se fue. La Biblia dice que salieron de nosotros para que pudiese manifestarse que no eran parte de nosotros. Si lo hubiesen sido, sin duda hubiesen continuado con nosotros (1 Juan 2:19). La gente nos deja porque no están unidas a nosotros. Y si no están unidas a nosotros, no podemos retenerlas. Dejémoslas ir. Digamos adiós. Y no significa que son malas personas, simplemente significa que su parte en la historia se acabó. Y tenemos que saber cuando la parte de la gente en nuestra historia se acaba para no continuar intentando resucitar muertos. Necesitamos reconocer cuando se acabó. Debemos tener el don del "adiós". Dejemos de rogarle a la gente que se quede. ¡Dejémosla ir! Si estamos aferrados a algo que no nos pertenece y que nunca fue para nosotros, necesitamos ¡dejarlo ir! Si nos estamos aferrando a heridas ó dolores del pasado... ¡dejémoslos ir! Si alguien no nos trata bien, no responde a nuestro amor y no aprecia nuestro valor... ¡dejémoslo ir! Si estamos aferrándonos a algunos pensamientos de mal ó de venganza... ¡dejémoslo ir! Si seguimos juzgando a los demás para sentirnos mejor... ¡dejémoslo ir! Si estamos atrapados en el pasado y Dios intenta llevarnos a un nuevo nivel en Él... dejémoslo ir! Si seguimos intentando ayudar a alguien que no quiere siquiera ayudarse a sí mismo... ¡dejémoslo ir! Si hay una situación particular que estamos acostumbrados a manejar por nosotros mismos y Dios nos está diciendo: "quita las manos de encima", entonces necesitamos... ¡dejarla ir! "La batalla es del Señor!" Permitamos que el pasado sea pasado.
T. D. Jakes
Todos estamos llamados a la Salvación: La historia de Saulo
Saulo de Tarso fue un activo perseguidor de los cristianos bajo la influencia de los fariseos. De hecho él fue de los que participó y asintió en la ejecución de Esteban, considerado uno de los primeros mártires del cristianismo.
"Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? El respondió: ¿Quién eres, Señor? Y él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer. Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto; oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin ver, sin comer y sin beber". En Damasco, había un hombre llamado Ananías, Dios le habló y le indició que curará a Saulo. Pero Ananías le replicó mencionando las acciones de Saulo. El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre". Ananías obedeció y le devolvió la vista a Saulo. Desde entonces Saulo se convirtió en Pablo y el más ardiente propagandista de la fe cristiana que contribuyó a extender más allá del pueblo judío, entre los gentiles, viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina.
Todos nosotros al igual que Saulo somos llamados por Dios para cambiar el rumbo de nuestras vidas; No seamos sordos ante su voz, Jesús no vino a juzgarnos, él vino a salvarnos, a reconciliarnos con nuestro Padre. Así como como Saulo se convirtió en Pablo, nosotros por la reconciliación con Dios, pasamos de pecadores a ser hijos de Dios. Nosotros los jóvenes cristianos somos los que marcamos la diferencia en este mundo.
Andrea V.
"Sucedió que, yendo de camino, cuando estaba cerca de Damasco, de repente le rodeó una luz venida del cielo, cayó en tierra y oyó una voz que le decía: Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues? El respondió: ¿Quién eres, Señor? Y él: Yo soy Jesús, a quien tú persigues. Pero levántate, entra en la ciudad y se te dirá lo que debes hacer. Los hombres que iban con él se habían detenido mudos de espanto; oían la voz, pero no veían a nadie. Saulo se levantó del suelo, y, aunque tenía los ojos abiertos, no veía nada. Le llevaron de la mano y le hicieron entrar en Damasco. Pasó tres días sin ver, sin comer y sin beber". En Damasco, había un hombre llamado Ananías, Dios le habló y le indició que curará a Saulo. Pero Ananías le replicó mencionando las acciones de Saulo. El Señor le respondió: "Vete, pues a éste lo he elegido como un instrumento para que lleve mi nombre ante los que no conocen la verdadera religión y ante los gobernantes y ante los hijos de Israel. Yo le mostraré todo lo que tendrá que padecer por mi nombre". Ananías obedeció y le devolvió la vista a Saulo. Desde entonces Saulo se convirtió en Pablo y el más ardiente propagandista de la fe cristiana que contribuyó a extender más allá del pueblo judío, entre los gentiles, viajó como misionero por Grecia, Asia Menor, Siria y Palestina.
Todos nosotros al igual que Saulo somos llamados por Dios para cambiar el rumbo de nuestras vidas; No seamos sordos ante su voz, Jesús no vino a juzgarnos, él vino a salvarnos, a reconciliarnos con nuestro Padre. Así como como Saulo se convirtió en Pablo, nosotros por la reconciliación con Dios, pasamos de pecadores a ser hijos de Dios. Nosotros los jóvenes cristianos somos los que marcamos la diferencia en este mundo.
Andrea V.
Ya hay demasiado fango en el sendero, no le amontones más. Es ingrata tarea el hacer resbalar a los demás. Ya hay demasiado barro por la vida para que tú eches más. Sé tú de los que aparten ese barro para no salpicar a los demás. Hay tanta podredumbre dondequiera que no es justo que tú la aumentes más;echa a andar tu pureza sin temores, y entonces vivirás. Somos luz y sal en la tierra. Con sólo decidir no ser parte del grupo, ya es suficiente. Estás llamado para marcar diferencia.
Francisco Estrello
Francisco Estrello
Sembrando...
Cuenta una leyenda que el famoso pintor Leonardo Da Vinci tardó cerca de 20 años en culminar una de sus obras más famosas: La última cena. El ya tenía una imagen de cada uno de los personajes, así que se dio a la tarea de encontrar modelos adecuados. Tuvo problemas en iniciar la pintura porque no encontraba al modelo para representar a Jesús, quien tenía que reflejar en su rostro pureza, nobleza y los más bellos sentimientos... así mismo debía poseer una extraordinaria belleza varonil. Por fin, encontró a un joven tan lleno de vida, con tal fuerza espiritual, que al exigente Leonardo le llenó el ojo. Siguió después con Pedro, un hombre recio y maduro. Y así se fue encontrando poco a poco con cada uno de los Apóstoles... Pasaron varios años, y el cuadro estaba aún incompleto. Sólo le faltaba un personaje, Judas Iscariote. Éste debía ser una persona de edad madura y mostrar en el rostro las huellas de la traición y la avaricia, por lo que el cuadro quedó inconcluso por largo tiempo. Leonardo visitó muchos sórdidos lugares, pero nadie alcanzaba la altura de depravación que su imaginación de artista requería, hasta que le hablaron de un terrible criminal que habían apresado y que había sido condenado a muerte. Fue a verlo y era exactamente el Judas que él quería para terminar su obra, por lo que solicitó al alcalde le permitiera al reo que posara para él. El alcalde, conociendo la fama del maestro Da Vinci, aceptó gustoso y llevaron al reo custodiado por 2 guardias y encadenado al estudio del pintor. Durante todo el tiempo el reo no dio muestra de emoción alguna de que había sido elegido para modelo, mostrándose demasiado callado y distante. Al final Da Vinci, satisfecho del resultado, llamó al reo y le mostró la obra.
Cuando el reo la vio, sumamente impresionado cayó de rodillas llorando. Da Vinci, extrañado, le preguntó el por qué de su actitud, a lo que el preso respondió: "Maestro Da Vinci, ¿es que acaso no me recuerda?". Da Vinci observándolo le contesta: "No, nunca antes lo había visto". Llorando y pidiendo perdón a Dios el reo le dijo: "Maestro, yo soy aquel joven que hace 19 años usted escogió para representar a Jesús en este mismo cuadro".
Anónimo
Cuando el reo la vio, sumamente impresionado cayó de rodillas llorando. Da Vinci, extrañado, le preguntó el por qué de su actitud, a lo que el preso respondió: "Maestro Da Vinci, ¿es que acaso no me recuerda?". Da Vinci observándolo le contesta: "No, nunca antes lo había visto". Llorando y pidiendo perdón a Dios el reo le dijo: "Maestro, yo soy aquel joven que hace 19 años usted escogió para representar a Jesús en este mismo cuadro".
Anónimo
Dios nos da un Nuevo Mundo
Nuestro Nuevo Nacimiento, cuando decidimos seguir a Cristo comenzamos una nueva vida. "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es" 2 Co. 5:17. Este nacimiento no es un proceso o un hecho, es una decisión, en el momento en que declaramos que Dios es nuestro Padre ya somos salvos. Si tu ya te decidiste, entonces estás listo para tu nueva vida en Cristo, nuestro Salvador.
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